8.9Nota Final
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8.9

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Pocos discos marcaron tanto el metal de los 90 como ‘Demanufacture’. A algunos les parece una barbaridad ponerlo a la altura de los grandes trabajos que facturaron en esos inicios de década PANTERA, SEPULTURA o MACHINE HEAD, pero FEAR FACTORY, a su manera, también marcaron el camino a un montón de grupos que vinieron después. Además, dejando de lado el grupo de Ansemo, Dimebag & Cia, el resto militaban en las filas de Roadrunner, que pasó en esa época por una era dorada. El propio sello se encargó de la edición del debut de FF en 1992 con ‘Soul of a New Machine’, un disco agresivo, tirando al sonido extremo del death metal pero ya ofreciendo pinceladas industriales y con algunas pinceladas (pocas) melódicas. Fue la semilla plantada para lo que estaba por venir.

‘Demanufacture’ arranca con las máquinas acechando. La historia de la tecnología contra el hombre, tan habitual en la ciencia ficción tenía su adaptación en la concepción musical de este cuarteto. Y es que su propuesta parte de eso, de la ciencia ficción, con Dino Cazares y Raymond Herrera llevando de la mano su guitarra y batería respectivamente y haciendo de esa unión su mayor seña de identidad. Después Burton C. Bell se les une variando su registro a antojo, rasgando, pasando de lo gutural a lo limpio como si nada… al menos en estudio. Precisamente en ese ámbito hay un quinto miembro básico, Rhys Fulber, encargado de producción, samplers y teclados tanto en esta obra como en casi todas las posteriores. Esa dualidad está personificada en ‘Self Bias Resistor’, que podría servir para resumir en cinco minutos todo el disco, con un estribillo melódico para enmarcar. También puede servir ‘Zero Signal’ para lo mismo, aunque de una manera distinta: frenética, rápida y crudísima en su primer tramo (además de con mucha presencia electrónica) para dejar paso en su último minuto a las atmósferas y loas matices.

Aunque con ellas es fácil condensar de lo que eran capaces FEAR FACTORY, el público se sigue quedando con  ‘Replica’, que dentro de su apariencia mucho más sencilla se convertía en un tema más ¿accesible?, quedándose como su mayor himno hasta nuestros días. Gran error, porque no deja de ser de los temas más flojos a pesar de lo pegadizo. En ‘New Breed’ subían la intensidad, igual que con ‘Flashpoint’ (más cercana a sus orígenes), mientras que con ‘Body Hammer’ parecían poner la banda sonora ideal de un apocalipsis tecnológico con sus primeros compases. Entre medias colaban una versión de HEAD OF DAVID, ‘Dog Day Sunrise’, con un incremento de melodía. Y casi para el final se reservaban todavía dos balas más en la recámara: ‘H-K (Hunter-Killer)’ y ‘Pisschrist’. La primera está sobradamente a la altura de cualquiera de las tres primeras del disco (bien podría estar ilustrada con la escena con mayor acción de Terminator) y la segunda se dividía a la perfección en dos (al estilo ‘Zero Signal’), con un final épico ideal para poner los pelos de punta mientras escuchamos “… where is your saviour now?” en bucle. Tras ella, la ambiental ‘A Therapy for Pain’ pone un broche de oro con las máquinas ya dominando por completo la música.

Tras ‘Remanufacture’ (un disco de remixes, algo que la banda acostumbró a realizar), el techo que tocaron con ‘Demanufacture’ se extendió dignamente con ‘Obsolete’, coqueteando posteriormente con otras tendencias en ‘Digimortal’ y anunciando una separación… que no duraría mucho. El enfrentamiento de Burton con Dino Cazares terminaría con la salida del segundo, ocupando su puesto a la guitarra el propio Christian, y su bajo Byron Stroud. Tras declaraciones cruzadas de unos y otros, sacarían ‘Archetype’ a la venta en el año 2004, volviendo con fuerza, pero fracasarían con ‘Transgression’ un año después, mucho más experimental. Para sorpresa de todos, Cazares volvía… quedando sólo Bell junto a él y reformándose para dos nuevos trabajos, ‘Mechanize’ y ‘The Industrialist’.

Después de tantísimos cambios como han pasado en sus últimos años, parece que con su fichaje por Nuclear Blast querían empezar de cero de algún modo, reencontrándose allí con Monte Conner (igual que MACHINE HEAD, Max Cavalera y otros recientemente). Tony Campos (ex-SOULFLY, ex-STATIC-X) se ha unió como bajista y se anunció un disco más para 2015, ‘Genexus’. Un año después de la publicación de éste último, darían su último concierto, y desde entonces, cuando han sido noticia, ha sido por conflictos internos que todavía siguen coleando. Hasta tal punto de rumorearse una separación que no ha sido confirmada de manera oficial.

Sobre El Autor

Varo

Tras más de una década escribiendo, después de estar en los inicios de Metal4all en 2003, y pasar siete años en TheMetalCircus, me aventuro en septiembre de 2014 en mi propia MiradAlternativa.

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