Hace unos meses hicimos un experimento con VIVEN: tomamos como referencia la entrevista que hicimos con ellos al poco de la salida de ‘Las Tripas y el Lodo’, y reformulando algunas preguntas y añadiendo otras, dimos forma a un nuevo cuestionario que diera una perspectiva distinta su último álbum y todo lo que conllevó. Ahora, repetimos la experiencia con LE TEMPS DU LOUP, que editaron en 2018 uno de los discos más destacados de aquel año, ‘Cardinal’, y por el que ya les preguntamos en el mes de febrero de 2019. Ahora, buscamos ir un poquito más allá, aprovechando el estreno de ‘Karellen III’. Hannibal García, guitarrista, es el encargado de contestar.

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Hace poco más de un año empezábamos preguntándoos por el periodo de transición entre Jauría’ y ‘Cardinal’… y es de rigor empezar por cómo habéis vivido los casi dos años que han pasado desde la edición de este último hasta ahora. O al menos, hasta cosa de mes y medio. La adaptación de Álvaro se supone que ya es total y absoluta, si es que no lo era antes. ¿Cuál pensáis que ha sido su mayor aportación desde que entró?

Queda ya bastante atrás todo eso, tanto es así que parece que hubiera estado toda la vida con nosotros. Con él hemos creado la formación perfecta, nos ha aportado cierta disciplina, seguridad, ética de trabajo…Además de su visión musical, que es bastante importante. Ya en Cardinal hay una muestra de su aportación y creemos que en lo próximo se notará más, si cabe.

Si ‘Cardinal’ se centraba en la búsqueda del camino interior, se supone que es un disco ideal para escuchar en el confinamiento actual que vivimos. ¿Qué os ayuda a encontraros a vosotros mismos en estos tiempos tan anómalos?

Es un momento complejo, que demuestra que vivimos en una burbuja de falso bienestar, pensamos también que debería ser un buen momento para plantearnos un futuro desde otra perspectiva, para no volver a este entorno tan insostenible en muchos aspectos. Estas son alguna de las cosas que se nos pasan por la cabeza en estos días. La música es pura evasión, es algo que nos ayuda a mantener la calma ante toda esta incertidumbre.

Eso nos lleva a que vosotros os alejáis dentro de los estándares del género que practicáis… que además, me encanta como lo etiquetáis: POST NADA. ¿Han perdido el rumbo los medios a la hora de tener que calificar todo? O ¿realmente es un mal necesario para mucha gente que si no ve claramente una definición, no se molesta en escuchar a alguien desconocido?

Todo se etiqueta. Nos da un poco igual…Lo de “post-nada” es una etiqueta más, si lo piensas. No hay que darle muchas vueltas. Es música instrumental, al fin y al cabo, metedla donde creáis. Siempre decimos que las etiquetas solo valen para saber dónde tiene que ir el disco en la tienda o para ayudar en la búsqueda, jajaja.

En su momento nos hablasteis de la división de Karellen’`en dos partes como parte de una misma historia, con un principio, ‘Contact’, y su desarrollo, ‘Ascension’. ¿Qué os ha llevado a crear el desenlace con una tercera entrega?

Puede que sea una buena forma de cerrar un ciclo, también. Karellen es la primera vez que nos encontramos con muchas ideas y logramos darle un sentido. Con Karellen III cerramos la historia, termina de dar un sentido a todo, además de mostrar de alguna manera nuestro ánimo en estos momentos.

Y su grabación, ¿cómo ha sido?

Aprovechamos una forma de trabajo que tenemos últimamente y es intentar ser productivos fuera del local y también optimizar el tiempo de ensayo. Hemos ido grabando ideas cada uno en su casa, aunque el núcleo del tema parte de Álvaro. El resto hemos ido añadiendo detalles e ideas…incluso hay cosas que al final no han entrado, pero aprovecharemos para los directos (sea cuando sea que vuelvan a tener lugar).

“Los títulos hacen referencias a muchas influencias, pero quedan perfectamente englobadas dentro del concepto. Aunque no haya letras, un grupo instrumental también encuentra influencias a la hora de componer en estados de ánimo, vivencias y demás”. Tomando vuestras propias palabras, ¿es de esperar que haya un boom de trabajos conceptuales de aquí a digamos, 4, 6 u 8 meses, y la sobrepoblación de grupos con nuevos discos sea todavía mayor?

Ojalá sea así. Desde luego hay mucho trabajo de introspección en estos días y también lo habrá en el momento en el que todo esto acabe.

Y más allá de la tercera parte de ‘Karellen’, ¿teníais algo compuesto? ¿Hay algo que tengáis entre manos?

Pues tenemos bastante material en el que estamos trabajando. Empezamos a finales del año pasado a componer y ahora mismo hay muchas cosas bastante cerradas o a punto de cerrarse. En estos momentos es en lo que estamos trabajando. ¿Cuándo grabaremos? Ahora mismo es muy arriesgado pensar en ello…ojalá pueda ser pronto, pero hoy por hoy no nos atrevemos a decir una fecha.

El álbum fue una multiedición en distintos formatos con el sello belga dunk! Records, The Braves Records, Aloud Music Ltd y Pundonor Records. Se sabe que el vinilo y el coleccionismo del mismo está al alza. ¿Estáis contentos con las ventas? ¿Os ha permitido recuperar lo invertido en la grabación en Sadman y todo lo relacionado con la fábrica de material?

Aunque somos un grupo bastante pequeño, creo que siempre hemos podido recuperar lo invertido y poder tener dinero para invertir en lo próximo. En ese aspecto, Cardinal no ha sido una excepción. La edición ha sido maravillosa en todos los aspectos: grabación, mezcla, masterización, diseño y, por supuesto, ese maravilloso vinilo que hicieron los amigos de Dunk Pressing. Por último, nada de esto habría sido posible sin la ayuda de los sellos que han coeditado el disco. Sobre las ventas, supongo que los sellos también tienen algo qué decir al respecto, pero desde luego ha sido un trabajo que no solo ha funcionado bien aquí sino también fuera. Dunk Records hizo un repress e incluso llegamos a enviar discos a lugares tan variopintos como Yakarta, por ejemplo.

También os preguntamos por tres momentos claves en vuestra historia… y uno de los que elegisteis fue el concierto con AATHMA y GRAJO en Caracol. Hace poco, unas semanas antes del estado de alarma, os juntasteis con Juan y llevó su proyecto OTUS un nuevo nivel con vosotros tres en Gasteiz y Madrid. ¿Cómo fue la experiencia y qué continuidad hay en esa aventura? Sin ir más lejos, estáis anunciados para el próximo Inkestas en septiembre…

Hace mucho tiempo que ya hablamos de hacer algo con Juan, aunque nunca habríamos imaginado que acabara siendo el formar parte de su proyecto. Cuando nos lo propuso desde luego no lo pensamos ni un segundo. He de decir que lo tomamos como un proyecto con el que disfrutar de la música de forma diferente, ayudando a llevar al directo un trabajo que en esencia no es grupal, pero que apunta maneras para poder llevarlo a un formato de banda. Lo afrontamos con mucho respeto para no desvirtuar los temas y ayudar a darle más empaque. Continuaremos lo que nos permitan nuestra agendas. Juan es un gran amigo y la química que hay entre los cuatro ayuda a que todo sea muy muy sencillo. Por mi parte es una persona con la que tengo muy buena sintonía. Creo que tenemos una personalidad muy similar en algunos aspectos, así que es un “win-win”.

Personalmente, ‘Cardinal’ fue uno de mis discos favoritos de 2018, y ‘Ephemeral’ de 2019. Me gustaría saber la opinión de éste de alguien tan cercano a Juan como vosotros, y cómo se lleva el empaparse de unos temas tan personales para acompañar al protagonista solista… que de solista en ese caso ya tiene poco. ¿Es más complicado desnudar un tema ya grabado, o adornarlo y correr junto a él siento tan intimista?

Es un disco redondísimo, nos enganchó mucho a los tres. Recuerdo durante muchos meses escucharlo en bucle para empaparme de todo. No fue difícil hacerse con él. Parece que Juan, al menos a nivel de bajo y guitarra lo hubiera dejado todo preparado, así que nuestro trabajo fue más de adornar y colaborar en crear las dinámicas adecuadas. Creo que fue ese el mayor trabajo. Hablamos bastante sobre qué debería estar arriba y qué no. También tuvimos lugar para aportar cosas como el cierre que hacemos en directo para “Caballos en la nada” (mi tema favorito del disco). Desde mi punto de vista, logramos darle un cierre épico a un tema muy muy personal.

Y retomando lo de los tres momentos, saltando en el tiempo respecto a lo que ya nos dijisteis, ¿con cuales os quedáis de la era de ‘Cardinal’?

Pues salir a tocar por primera vez por Europa, tocar en el Dunk! Festival y también en el Donwload Festival, han sido tres momentos marcados en nuestras retinas, no cabe duda. Esperamos que vengan muchos más.

Vuestra última actuación fue en Barcelona junto a SYBERIA. Otros que en 2019 se marcaron un discazo. Sólo ha pasado un mes de aquello, pero ¿sentís cómo si hubiera pasado una vida entera? ¿Cómo recordáis el concierto?

Parece una eternidad y en realidad no ha pasado demasiado. Uno de los efectos del confinamiento creemos que es esa pérdida del sentido del tiempo. Aunque es sano no pensar en los días que van pasando ahora mismo, desde luego.

Evidentemente, cualquier plan a corto plazo está aplazado, y me atrevería que a decir que a medio también. Más allá de ponernos firmes con algo tan serio como lo que ocurre con el COVID-19 ¿cómo vive una banda como vosotros esta incertidumbre hacia el mundo de la música?

La música forma parte importante de nuestra vida, pero no es nuestro modo de vida, así que más allá de no poder tocar, obviamente no hace un roto, como puede pasar con los músicos que se dedican al 100% a esto. Creo que los músicos siempre han sido supervivientes y se han adaptado siempre a tiempos adversos en lo económico. Igual ellos están mejor adaptados en este momento que el resto de los mortales. Esto podríamos extenderlo a cualquier persona que viva del arte.

Y vuestro día a día, ¿cómo se ve afectado?

De momento, trabajamos los tres desde casa, así que en ese aspecto, aunque las jornadas están siendo intensas, mantenemos ingresos. Esperamos que siga siendo así.

Lo obvio a la pregunta de “qué es lo primero que haréis al salir de casa” es ver a vuestros seres queridos. Aun sabiendo que la normalidad tardará en llegar, como trío, como  banda, ¿qué sería?

A nivel personal, de las primeras cosas que me gustaría hacer es poder viajar para ver a mis padres y a mi hermana, eso desde luego.
Como banda, podernos ver los tres en el local tocando, ya va a ser maravilloso. Ya cruzaremos luego otros puentes.

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