La gente que nos conoce un poco se pregunta cómo llevamos un grupo siendo cuatro persona(je)s tan diferentes. Y la verdad es que es bastante misterioso que siendo cada uno un poco de su padre y de su madre en cuanto a gustos se refiere, no tenemos prácticamente ningún problema a la hora de componer las canciones y en general en la convivencia como banda de ensayos, conciertos y demás ha ido todo como la seda los años que llevamos juntos. Desde mi experiencia nunca había sido tan fácil llevar un grupo antes. Quizá sea cosas de la edad, que te ayuda a respetar y a tomarte las cosas con más calma y perspectiva, tal vez sea pura casualidad y se hayan alineado los astros. Bien, como muestra un botón: Aquí tenéis en orden alfabético 10 discos que nos gustan mucho y la gran mayoría  nos ayudaron a crecer y ver el mundo desde que éramos unos chavales, allí en aquellos lejanos años 90!! Como podéis ver discos muy diferentes y variados, que coinciden en su poder transformativo en la sugestionable mente de un adolescente de la era pre-internet. Esperamos que os sorprenda y paséis un buen rato leyéndonos.

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713AVO AMOR – Cielo Bajo Tierra

(Carlos) Tuve la suerte, allá por el año 93-94 aproximadamente, que mi amigo Gerardo García Mas ( Sindicato Vertical, Cromosoma 3) me enseñara el single a 45rpm y permitiera grabarlo en cassete. En aquel entonces estuve en un grupo (época instituto) que nos hicimos llamar: Faloesclerosis (hormonas en periodo de exuberancia inconsciente), nunca llegamos a tocar en directo ni ante nadie, salvo alguna amistad que nos visitase al local de ensayo. Les propuse a mis compañeros abordar una versión de estas canción, y he de reconocer que supuso una satisfacción personal, debido a que aún a pesar de mostrar una letra de una oscuridad conmovedora y arrebatadora, y que precisamente por este hecho y como la interpretaba su cantante, a la par que, por un acompañamiento musical que a mi entender pareciera beber de fuentes australianas, lease: Scientists, Birthday Party, y demás sonoridades tenebrosas, que me embargó sin posibilidad de evitarlo o hacerme a un lado. En fin, supongo que traspasó mi ser y dio de lleno en el blanco de la diana situada en torno a mi adolescente Alma. Arrancaba de la profundidad de mi garganta una voz procedente quizás, del dolor primigenio enquistado en la historia del pesar y sufrimiento desgarrador humano. Toda una propulsión emergente y desesperada del grito primal. Entrañas abiertas en canal y catarsis liberadora de la carga existencial.

CHANNELS – Waiting for the Next End of the World

(Joan) Tengo una predilección total por Jay Robbins, tanto Jawbox, como Burning Airlines así como los Channels están entre mis grupos preferidos. Son discos que me han acompañado durante mucho tiempo y que aún hoy sigo escuchando. Además suponen una influencia fundamental a la hora de componer mis canciones.

Curiosamente no descubrí estos grupos de forma cronológica. En primer lugar conseguí un cdr de los Burning Airlines y estos me hicieron descubrir a Jawbox y finalmente a Channels. Todos los discos que tengo de estas tres bandas me encantan, pero “Waiting fo the next end of the world” me parece un disco perfecto. Desde su primer corte “To the new mandarins” al último “Mercury”, me parece una lección maestra de post-harcore y power pop, son todo pildorazos que te atrapan desde el primer acorde y que te invitan a tararear las magníficas melodías de voz de Jay Robbins.

También me gustaría añadir, que así como me ha costado pensar o concretar cuáles son mis discos preferidos o los que más me han influenciado, sí que tengo muy claro que “Chavaree”, el corte 8 de este discazo, es mi canción preferida.

DEAD KENNEDYS – Fresh Fruit for Rotting Vegetables

(Carlos) Creo recordar que tendría alrededor de 13 o 14 años, cuando en un noticiario mostraron la siguiente noticia: Durante la celebración de una Liturgia televisada en Estados Unidos, repentinamente de manera disruptiva, se perdió la señal de la misma y apareció bajo el asombro y estupefacción general un concierto de los Dead Kennedys, que generó no poca controversia entre los fieles. Supongo que fue mi primera incursión en el conocimiento de dicha banda. Tampoco sé, a día de hoy, salvo decidiera documentarme y extraer las incógnitas, el desenlace de este hecho. No sé si fue mero azar o karma no exento de cierto deseo por epatar al personal, con ese humor ácido y comprometido por parte de su vocalista, Jello  Biafra, por desmantelar el tan cacareado  «Sueño Americano» y desde su espíritu crítico combativo y caustico,  derribar el castillo de naipes erigido bajo una  base , que el susodicho, siempre encontraba porosidades y grietas por las que inocular su abrasiva verborrea » políticamente muy incorrecta»,  e infligir vibraciones sísmicas en ese sistema que él, durante toda su trayectoria, denunció infatigable e insobornablemente. En «Faloesclerosis» (grupo del que ya hablé de la época de Instituto), nos atrevimos con una versión de California Uber Alles, la cual me volaba la cabeza cuando la escuchaba en el » Cure», antro mítico de Alicante ( que hace ya cerró sus puertas) del casco antiguo de Alicante,  y la canturreaba a grito «pelao»  con la parroquia de amigos que allí nos juntábamos a sumergirnos de música «underground». Aunque no necesariamente comparta cierta actitud de provocación extrema frente al respetable, por parte de artistas como el mencionado Jello Biafra, junto con otras luminarias como: James Chance, Alan Vega (Suicide), Iggy Pop ( Stooges), G.G.Allen, etc., reconozco su valía y reconocimiento por hacer estallar y dinamitar las convenciones establecidas, en muchos casos hasta niveles escatológicos y de un paroxismo sin igual. Este disco con sus guitarras lacerantes y de un incisivo crepitar, su humor desplegado y ritmo trepidante, resultó ser una gran influencia del cual me siento agradecido y agraciado.

LAGARTIJA NICK – Inercia

(Carlos) Creo recordar, tras un ejercicio de recuperación, que fue curiosamente en la programación de la cadena privada de Canal Plus a mediados  de la década de los 90´s, (del pasado Siglo XX) en un programa de videoclips de los 40 Principales, (sí, ni más, ni menos) que vi aparecer a dicha banda en la presentación de su primer sencillo de su segundo disco editado: Inercia, como primera referencia visual, sumado a su vez de un artículo de la revista Ruta 66 donde hablaban de ella. Pero fue un amigo, para más señas: Jose «Molongui»( Powey Romero y los Malasangre, Wau y los argggs) quien me prestó la cinta original de dicho álbum, que me grabé y escuché incontables veces en el Walkman hasta la saciedad. Antonio Arias, bajista y compositor de unas letras, para nada comunes y al uso por aquel entonces, me cautivaban y fascinaban a partes iguales, donde mostraba la enjundia psíquica del ser humano, penetrando en los confines abisales y profundos del Alma, develando las pasiones telúricas y terrenales que dimanan de su ser. De una riqueza simbólica y carga visual que irradiaba por todos los poros y resquicios de mi oscuridad latente. Fue verlos en directo y confirmar lo presentido: una fuerza poderosa gravitacional que me propulsaba a entrar en una especie de trance derviche y danza pulsional sin parangón. Directos de una intensidad sónica y emocional grabada a fuego que dejó una huella imborrable en mi interior a prueba de olvidos sepultados. Gratitud por una banda que me hizo crecer como ser humano, por alumbrar y extraer de mi una fuerza y potencia primigenia ocultada hasta entonces.

LED ZEPPELIN – IV

(Guillermo) Durante muchos años ante la pregunta de cuál era mi disco o grupo favorito, respondía sin dudar: Led Zeppelin y entre toda su discografía que me encanta de principio a fin este “IV” (o “4 symbols”)  siempre fue mi favorito por muchas razones. Fue uno de los primeros cds que tuve, si no el primero, y sin duda es el disco que más veces he escuchado en mi vida, (seguido de cerca por “Appetite for destruction de Guns n´roses) Supongo que voy a sonar  como un abuelo cebolleta a partir de ahora, pero creo que es algo que se ha perdido con el uso y abuso de internet y las nuevas tecnologías, es esa inmersión absoluta en un disco de mis años de adolescencia: La falta de dinero para comprar discos y el acceso limitadísimo a nueva música, hasta que no empecé a conocer a gente con unos gustos parecidos a los míos y empezaron a dejarme y grabarme cintas, supuso que durante mis primeros años escuche los mismos discos una y otra vez de manera obsesiva, hasta que acababas conociendo cada detalle y los discos formaban parte de ti. Los hacías tuyos. También el objeto físico que era el cd( en este caso dorado!) , lp o incluso el cassette hacia que vieras estos objetos evolucionar, desgastarse, arrugarse, mancharse, romperse como si fueran un ser vivo. Además el misterioso artwork de este disco y la poca información disponible (la que pudieras sacar de alguna revista y con suerte, de algún libro de la biblioteca pública) hacia que todo, la banda y el álbum, fueran una especie de lienzo en blanco donde la desatada imaginación de mi yo adolescente volcaba todas las frustraciones deseos y sublimaciones de todo tipo, típicas de esa persona que empezaba a vivir y buscar su hueco en el mundo adulto.

Con el tiempo fui descubriendo la obsesión de Jimmy Page por la magia y la fuerza inexplicable de la invocación y el acto mágico y fui comprendiendo muchas cosas que ocurrían dentro de mí mientras escuchaba  estas ocho canciones de manera compulsiva en mi habitación y en mis auriculares. Cosas importantes y casi imposibles de explicar, como la fuerza infinita de la transmisión no verbal, la imaginación y lo sublime.

Han pasado muchos años desde mi adolescencia y poco a poco  fui dejando de pincharlo tan a menudo y he estado épocas  sin escucharlo prácticamente, y aunque hay muchas cosas que descubrí con el tiempo de Led Zeppelin que no me gustan: El sexismo y misoginia de alguna de sus letras, la soberbia y desprecio en el trato a los fans y sobre todo a las groupies (Muchas de ellas menores de edad) Me sigue viniendo a la mente Led Zeppelin ante la dichosa pregunta de cual es tu grupo favorito,  y aunque ya no lo sea y mis tiempos de fanatismo y discos favoritos han pasado, sigo considerando “IV” un disco perfecto de principio a fin.

METALLICA – Master of Puppets

(Joan) He estado barajando varios discos para concretar cuáles han sido los que más me han marcado a lo largo de mi vida. La estrategia que he seguido, ha sido recordar que lps son los que han pasado más tiempo en mi reproductor de música sin que cambiara de disco. Esos discos que no eras capaz de dejar de escucha y para los que no eras capaz de encontrar ningún sustituto que ocupara su lugar en la pletina de tu equipo de música.

Ahora cuando los he estado recuperando y reescuchando, me doy cuenta de que todos son pilares importantes que conforman mis gustos musicales. Pero en muchos de ellos, tal vez de tanto que los escuché, descubro ahora que me da un poco de pereza recuperar sus canciones y que la excitación que me provocaban, en cierta medida se ha diluido un poco. Sin embargo esto no pasa con el Master of puppets. No voy a repasar uno a uno sus temazos que de sobra son conocidos por todos. Pero no puedo dejar de comentar como sí que sigue ahí la excitación al escucharlo y como una sonrisa se dibuja en mi cara al tiempo que van sonando los cortes del álbum, mientras pienso que llevo desde los 15 años intentando tocar battery como dios manda y aún no lo he conseguido (Espero estar cada vez más cerca jajajajaja).

PIANOS BECOME THE TEETH – Wait for Love

(Guille) Me ha resultado difícil que me marcara profundamente después de la llegada de internet, a principios de siglo y la transformación que se ha producido en el mundo debido a las nuevas tecnologías. Creo que el mundo cambio a mucho niveles y esto he hecho que  nuestra relación con la música. Basada mas ahora en la acumulación y la sobrestimulación y se ha perdido la atención y la escucha inmersiva y obsesiva que era común en  mis años de adolescencia. Puede que sea un comentario de pureta y los chavales siguen escuchando y absorbiendo la música como nosotros lo hacíamos a su edad,, pero creo que no es así. Sus estímulos y posibilidades se han multiplicado y todo ha cambiado, para bien o para mal.

Sin embargo los dos últimos discos Pianos Become the Teeth los he a la que escuchado como si fuera un adolescente noventero. Tanto “Keep you” como este “Wait for love” formaron parte de mi vida en el momento de su publicación y son como postales sonoras de mi vida, y al escucharlos mi memoria se llena de imágenes y recuerdos. Me podía haber decantado por cualquiera de los dos, pero elijo este “Wait for love” por ser mucho más positivo y luminoso que “Keep you” o al menos no tan oscuro y melancólico. Sobre todo lo escojo porque me acompaño durante los primeros meses de mi hija en el mundo y en mis viajes al trabajo en el coche, con sueño y alegría y esa  extrañeza que te produce saber que hay una personita recién hecha esperándote cuando vuelvas. Es un disco que me emociona cada vez que lo escucho y sea cual sea las razones y eso creo que  es lo importante y cada vez más difícil.

PIXIES – Surfer Rosa / Come on Pilgrim

(Joan) Adoro a los Pixies. La primera vez que los escuché pensé que ese debía de ser el sonido de los grupos del futuro, me parecían totalmente visionarios, con esa mezcla de melodías pop que de repente estallaban en la rabia punk de los chillidos de Frank Black, las guitarras surf y letras totalmente geniales.  Lo increíble es que cuando los escuché por primera vez el grupo ya se había disuelto seis años antes.

Tengo muy mala memoria y ahora seguro que la mayoría las he olvidado, pero es el grupo del que más canciones he aprendido a tocar con la guitarra en mi vida. De modo que no solo es el grupo que me enseñó a valorar el eclecticismo y la mezcla de intensidades en la música, sino que en cierta manera también me enseñó a tocar.

Los cinco discos que sacaron en la primera época del grupo, antes de su reunión en 2004, me parecen maravillosos. Elijo este disco porque contiene dos en uno, así de simple, más donde gozar y disfrutar. Contiene 21 temazos! Destellos de sutilieza pop (Gigantic o Caribou), himnos generacionales (Whereismymind), psicodelia (Vamos), un poco de David Lynch (en casi todas las canciones), energía a raudales (Nimordsong, Brokenface) y todo esto aderezado con un poco de playa y surf.

ROLLINS BAND – The End of Silence

(Tano) Recuerdo cuando conseguí este vinilo en una record store de  las de antes , un día de visita en la ciudad natal de mis padres, lo que yo siempre he llamado “ir a l pueblo” aunque es un pequeña ciudad, era un tienda ubicada en el centro y ahora que la recuerdo, bastante guapa, pero mi sensación de ir al pueblo me hacía pensar que solo era eso un pueblo y que nada novedoso pasaría allí, por eso cada hallazgo que se daba all ítenía un halo de misticismo ,sugestionado claro está.

Este disco pasó a ser uno de mis favoritos y sigue siéndolo, primero por ese espectacular art work que le daba un personalidad main. Segundo, porque estuve flipando con él bastante tiempo, incluso llegue a hacer mis mixtape recitando alguna letra usando como  base algún disco de Money Mark que ahora no llego a recordar. Y tercero, porque me abrió hacia un mudo de bandas de punk que desconocía gracias a esa adoración por este banda y su frontman, y asípase a interesarme por bandas como Black Flag, Dead Kennedys, Bad Brains y otras bandas cercanas al punk!!

SLINT – Spiderland

(Guille) Durante las fiestas patronales de mi ciudad en 1993 conocimos a un grupo de chavales ingleses que estaban de vacaciones en Alicante. Fue el comienzo de un verano muy intenso y difícil de recordar con claridad después de todos estos años, lleno de descubrimientos de sensaciones, uso y cierto abuso de sustancias  y el comienzo de una amistad a distancia  que entre otras cosas  me abrió a un mundo nuevo de música totalmente nueva y desconocida, aparte totalmente del rock clásico más “Popular 1” en el que estaba inmerso hasta ese momento y del que empezaba a cansarme.

Empezamos a mantener correspondencia y esas cartas venían siempre cintas que se esperaban con anhelo y suponían un pase directo a música inimaginable e imposible encontrar por lo menos para mí en esta ciudad de provincias de los 90, y gracias a esta amistad a distancia , varios de mis amigos de esa época acabamos yendo al festival de Reading durante 3 años consecutivos (93,94,95) casi nada!

Podía haberme decantado por un montón de bandas y discos que descubrí gracias a esas cintas y viajes al reino unido (Shellac, Jesus Lizard, etc. )Pero me quedo con “Spiderland” de Slint porque en su momento fue un shock absoluto, Una concepción de la música completamente única, extrema y extraña a todo lo que había escuchado hasta ese momento y que supuso una transformación no solo en mi, si no en mucho de mis amigos con los que compartía estas cintas que llegaban desde esa isla mágica, y que nos descubrieron bandas y que nos hacían sentir especiales y diferentes, aunque no lo fuéramos.

Todo en este disco era nuevo para mí: Esas voces susurradas, habladas, esas guitarras minimalistas que pasaban de la delicadeza más absoluta e hipnótica a unas partes heavis con una oscuridad que nunca había escuchado antes. Además de la poca información que tenia de ellos hacían parecer todo aun mas lleno de misterio e incertidumbre. Un disco de 10 que ha aguantado muy bien todos estos años sonando igual de magnético y original después de todo este tiempo.

Sobre El Autor

Varo

Tras más de una década escribiendo, después de estar en los inicios de Metal4all en 2003, y pasar siete años en TheMetalCircus, me aventuro en septiembre de 2014 en mi propia MiradAlternativa.

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