Nashville es la capital de country del mundo. Y también uno de los sitios donde más hits se han hecho de ese género musical. La mítica Dolly Parton nos mete poco a poco en el episodio, explicando el Grand Ole Opry, y enlazando con figuras como Johnny Cash, Kenny Rogers, hasta más recientes como LADY ANTEBELLUM, incluso Taylor Swift. Pero todos se ven pronto eclipsados por Zac Brown. Que resulta ser de las pocas personas que conocía Grohl involucrada en esta música.

El artista quiso al líder de FOO FIGHTERS como productor de su nuevo EP, ‘The Grohl Sessions, Vol. 1’. Choca que la primera imagen de ambos juntos uno le confiese al otro que nunca había oído hablar de él; y por descontado, ninguna de sus canciones. Sinceridad ante todo. Aunque siendo también sinceros, no es que se ciña estrictamente al concepto de country como tal, siendo definido como un forastero en la ciudad; vamos, se nota cuando se ve a su banda versionando ‘Enter Sandman’. Aunque a Grohl se le va la boca diciendo que podría estar en SLAYER por su habilidad para tocar la guitarra tan rápido. “Para mí es música, no sólo country. Intento sorprender a la gente” dice Brown.

Él es el propietario de Southern Ground Studios, una vieja iglesia construida hace más de un siglo acondicionada años después para ser la sede Monuments Records, y reacondicionada para lo que es hoy en día. Fred Foster fue el dueño de la discográfica, además de productor de varios discos claves en su historia. Por sus paredes han pasado gente como Neil Young, Roger Miller o Jerry Lee Lewis.

Se da el caso de que, dejando de lado la letra, instrumentalmente ‘Congregation’ no estaba del todo terminada al llegar a Nashville. Queda demasiado cinematográfico la manera en la que Grohl se sintió iluminado (en una Iglesia…) con la luz entrando por uno de los ventanales superiores; demasiadas coincidencias viendo que buena parte de los cimientos de esta música viene de la iglesia; Tony Brown lo define como el estilo más cercano al góspel. En contrapunto, Grohl dice que “es bueno saber que hay música que tiene sus comienzos en algo que no esté arraigado en la miseria… porque es de donde viene la mía”.

El entorno hizo que los Foo se encontraran como en casa, en una especie de congregación. Para todos los que creen que el grupo debería haber hecho una canción de cada estilo (cuando nunca se ha vendido de esa manera este proyecto), Nate Mendel lo explica perfectamente, surgiendo después una conversación de todos en el estudio: “Es un muy buen lugar para hacer música. Pero esta vez, está como cambiándolo una pequeña parte en una canción country. Sé que Dave no quiere hacer eso específicamente, pero me pregunto si estar en un sitio aquí le contagió”.

– Grohl: Ahí está mi única preocupació, con esa parte que suena como country.

– Mendel: Correcto.

– Smear: ¿Eso suena country?

– Grohl: Sí. Y eso que estamos en Nashville.

– Vig: Estamos yendo muy lejos, sí.

– Grohl: Quiero decir… el solo que te has acostumbrado a hacer es genial.

“Cuando entro a la sala de control y todos tienen sombreros cowboy puestos y están tocando un solo de guitarra que suena como de ‘El Bueno, El Feo Y El Malo’ me pone un poco nervioso. Es importante que recordemos toda la historia y la música que fue hecha allí cuando estamos en estas ciudades. Pero también que nos mantengamos firmes a quienes somos y lo que estamos tratando de hacer”.

Hace meses, cuando se mantenía el proyecto en secreto, se dijo que iban a hacer un disco como nunca antes. Después se supo que una canción en cada ciudad, y acompañando una serie documental de la historia de cada una acompañada de entrevistas a los músicos del lugar (que se prestaran a ello y estuvieran disponibles, claro está). En la introducción de la serie, Grohl decía que “… No tuvimos nunca la oportunidad de tener un sentimiento por los lugares donde estábamos, o lo que nos tenían que ofrecer”. La música no es sólo la parte instrumental, sino que la letra (que cada día parece estar teniendo menos importancia) aporta su parte, un sentimiento a la que la música por sí sola no llega siempre. Ahí es donde sí se han dejado influenciar, pero ¿quién esperaba que ‘Sonic Highways’ fuera un disco de FOO FIGHTERS hardcore, blues, country, punk…? Pues sí, hay gente que dicen que es sólo la misma mierda de siempre. Evidentemente, a quien no le gustara el grupo, no le va a gustar ahora, porque es la misma música de siempre, siguen siendo ellos, y una semana en un sitio no va a ser suficiente para que hagas una canción del género que allí predomine; además, eso no serían FOO FIGHTERS, y para eso se creó un proyecto como PROBOT, por ejemplo, sacando el lado metal de su líder con distintas colaboraciones. Lo diferentes en esta ocasión son las letras, que no están escritas en primera persona, y se han acompañado de ocho horas de metraje de televisión explicando (como buenamente pueden) la historia de algunos músicos de cada ciudad que visitaban. Digo como puedan, porque es imposible hacerlo a conciencia, para eso necesitarían un mes al completo en HBO con varias horas al día. Algo parecido a lo que ocurrió con esa maravilla que hizo Sam Dunn bajo el título de Metal Evolution; cada capítulo nos dejaba con ganas de más, pero a ambicioso pocos le ganaban. Y eso no quita para que ‘Sonic Highways’, el disco, haya terminado siendo un producto normal si lo dejamos aislado como álbum.

Tras ese pequeño inciso a modo de opinión, como todo fenómeno, se estiró más de la cuenta la vena cantautora del lugar. Aparecen comparaciones de grandes éxitos de la música que en realidad tienen sus raíces en una versión original mucho anterior, como ‘When The Levee Breaks’, ‘I Will Always Love You’, ‘Steamy Windows’ o ‘Crazy’; compositores haciendo canciones para otros cantantes. Todo termina convirtiéndose en un negocio.

Entrando en la recta final, vemos a Grohl colaborando con Zac Brown en su actuación en los Country Music Awars (a la batería), y al segundo contando su mala experiencia con su tema ‘Chicken Fried’, que THE LOST TRAILERS le cogieron prestada para grabarla como single y ponerla en la radio. Su fe ciega (tal como dice el productor Tony Brown, nada de falsas esperanzas) fue la que le llevó a estar donde está ahora. De nuevo, en los últimos minutos, encontramos buena parte de la letra de ‘Congregation’. El comienzo, sin ir más lejos, donde Tony Joe White (el séptimo hijo al que hace referencia) había escuchado Lightnin’ Hopkins, o las jukebox que mantenían vivos los singles en épocas pasadas. Aunque hay referencias en todo momento; el inicio del episodio nos muestra a Grohl entrando en el Bluebird, pub mítico de la ciudad que tiene su guiño también.

Estas letras, las de ‘Sonic Highways’, puede que no digan nada aisladas, por separado. Pero cuando ves el documental de cada una, la cosa cambia. Aunque pedir al público que hoy en día saque una hora para escuchar el disco y otras ocho para ver la serie, lo mismo es demasiado (nótese la ironía).

El episodio de Austin puede que sea el más flojo de los que van emitidos. O al menos el que se le nota más disperso, sin llegar a profundizar del todo en los temas que tocan, sólo en contados entrevistados. Por ejemplo, aparecen de pasada John Desnmore y Bobby Krieger de THE DOORS, sin llegar a estar más de diez segundos en pantalla. De hecho, repiten aparición algunos que ya salieron en Nashville, como Tony Brown, Steve Earle o Bonnie Raiit en pequeños extractos.

El protagonista absoluto se podría decir que es Austin City Limits, un programa de televisión que empezó emitiendo actuaciones en directo de country, blues y folk y que fue abriéndose de estilos con el paso del tiempo, teniendo como punto de inflexión una actuación de Tom Waits. El narrador de la historia es Terry Lickona, el productor ejecutivo durante la mayoría de años en antena. Y es él el que deja a Grohl y los suyos grabar su tema allí, en el estudio 6A. De su boca sale que por su escenario pasaron gente como Roy Orbison, Ray Charles acompañado de una orquesta de diecisiete personas, Johnny Cash… todo acompañando de imágenes dichos testimonios, a las que se unen las de artistas de lo más variado como Buddy Guy (que apareció en el capítulo de Chicago, y no es la única conexión con la ciudad que se menciona), THE BLACK KEYS, SONIC YOUTH, THE PIXIES, Neil Young, Lightning Hopkins, FUN, NEKO CASE… y sí, FOO FIGHTERS.

No falta una vista más allá al pasado por parte del propio Lickona, afirmando que B. B King y Elvis tocaron algunos de sus primeros conciertos allí. Allí Hank Williams tocó por última vez antes de morir. Willie Nelson también es una figura clave (otro de los que ya vimos en Nashville), y uno de los que más espacio ocupa en la hora de capítulo. También Billy Gibbons, que recuerdas sus inicios antes de ZZ TOP en la década de los 60, con THE SAINTS y THE MOVING SIDEWALKS, y la influencia que tuvo sobre él 13TH FLOOR ELEVATORS, con la figura clave de su cantante. Roky Erickson, a pesar de ser diagnosticado con esquizofrenia, y de haber estado internado en centros en distintas etapas de su vida, también tiene hueco en el documental, en uno de los momentos más cercanos de Grohl en sus entrevistas y de los más melancólicos y tristes. Según se volvieron famosos, empezó la decadencia de Roky. Y en su apariencia actual se nota su estado. La nica vez que Gibbons apareció en el programa fue junto a Roky para tocar con él ‘Two Headed Dog’, un tema que en el documental se cita como uno de los mejores momentos de rock and roll de la historia. Se puede ver a FOO FIGHTERS versionándolo en ese mismo escenario en este enlace.

Mención aparte para Townes Van Zandt (con imágenes del tributo que se le rindió al poco de morir) y Stevie Ray Vaughan, un habitual de Austin City Limits. Murió en accidente de helicóptero en 1990, con 35 años, unos meses después de aparecer por última vez en el programa. Con ese suceso hay un salto para el tramo final del capítulo, pasando al punk de la mano de David Yout, cantante de SCRATCH ACID y THE JESUS LIZARD, Gibby Haynes de BUTTHOLE SUFFERS, y Tim Kerr de BIG BOYS (con su unión con el skate), que poco más de cinco minutos, nos deja con ganas de más. De ahí pasamos al South By Southwest, un evento/festival que creció con el paso del tiempo, y otro salto brusco para el presente reciente con el guitarrista Gary Clark Jr, la unión de generaciones de Austin a través de Jimmie Vaughan, guitarrista de THE FABULOUS THUNDERBIRDS, que con sus palabras, da bastante forma a la letra de ‘What Did I Do? God As My Witness: las denuncias por exceso de decibelios, la duda de las decisiones (hacer que todo siga, o hacer lo que quieran los demás), las Xs en sus manos por ser demasiado joven después de tocar en los clubs, su “viaje” al otro lado del río… en definitiva, que el pequeño pueblecito grande que dicen que es esa ciudad, se está convirtiendo en algo demasiado grande. En definitiva, deja con una sensación de medias tintas.

Sobre El Autor

Varo

Tras más de una década escribiendo, después de estar en los inicios de Metal4all en 2003, y pasar siete años en TheMetalCircus, me aventuro en septiembre de 2014 en mi propia MiradAlternativa.

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